25 de marzo de 2011

Debate


- ¿Por qué ahora no estás enojado conmigo? Me porté peor que la otra vez
- No, no es peor
- Sí lo es, ¿escuchaste todo lo que te acabo de contar?- Zac se ve calmado mientras yo me estreso. Él en el sillón, yo en el puff y al lado, el gato.
- Escuché cada una de las palabras que salieron de esas boca y créeme, no es peor que la otra vez- frunzo el ceño totalmente descolocada con esa reacción.
- ¿Por qué no?
- Por que le doble era el doble y este tipo es un nn
- ¿Qué tienes contra el doble?
- No me gusta desde que lo conociste
- No me habías dicho eso
- Sí, te lo dije hace mucho tiempo, después te dejé de hablar y ahora te lo reitero. No me gusta ese tipo
- Bueno a mi tampoco me gusta ni ese ni este ni nadie que no seas tú y… bueno tú, dejémoslo en tú- hago una pausa y prendo otro cigarrillo, caminando hacia el balcón.
- Ese el tema, me gusta que te enfoques en que no te gusta nadie, ni él ni nadie, que de verdad quieras estar contigo y nadie más
- Pensé que te daba miedo verme sola
- No estás sola, tiene miles de amigos y todos te amamos- vuelvo a fruncir el ceño
- Eso sonó como mala tarjeta del día de la amistad o algo así
- ¿Por qué estas tan a la defensiva?
- Zac, no estoy a la defensiva, estoy… no sé, no entiendo como te enojas una vez y luego no sin darme mayores explicaciones
- Es que el doble era mucho más peligroso
- ¿Peligroso? Ese tipo no es peligroso, ¡no es capaz de hacer nada!
- La cara que te dejó no era nada- ¿de qué está hablando Zac?
- Zac, ¿de qué estás hablando?
- De que el doble te gustó y te sentiste bien porque fue un refuerzo positivo y quiéralo o no, sí te pasaste el rollo mental del final feliz con él y todo lo que el amor incluye
- ¿Perdón?
- Tú pensaste que el doble se iba a enamorar de ti eventualmente y te dolió lo que pasó después, yo no puedo dejar que nada te haga daño
- Zac, no puedes pasar los días esperando que lo que haga no me dañe
- Lo sé, pero sabes que siempre te lo hago saber
- Dejas de hablar y pones cara de idiota- Zac sonríe. De verdad no sé cual es el chiste en esta conversación.
- Cada uno tiene sus métodos y esa es la única forma que tengo que de escuches lo que digo cuando no te gusta lo que digo
- Bueno y ahora ¿por qué no te molesta?
- Porque that dude is harmless and you don’t even have a crush on him
- Lo mismo que con el doble
- No, a ti te gustaba el doble
- ¿Por qué tengo que soportar que me digas que es lo que siento por otras personas?
- Porque soy esa vocecita en tu cabeza que te recuerda que es la verdad entre todas las mentiras con las que te convences de que todo está bien
- Tengo que amarte mucho para seguir aguantándote
- Básicamente ese es el pilar de esta relación
- ¿Tenemos una relación Zac?
- ¿Quieres hablar de eso Mao?

Make it out alive


Pasa gente. Mucha gente. El metro está lleno a niveles inhumanos. Son las 7 y media de la tarde y todos quieren volver a su casa. Las manos se les sueltan mientras Zac busca su teléfono y ella se apresura en comprar los dos boletos en una estación con el aire húmedo y caliente que tiene olor a encierro.
Él se esconde en una salida de la estación con poca gente, ella lo mira desde la fila y le sonríe.

Puede que no salgamos vivos de esto, pero no me importa, porque estás aquí a mi lado.

Afuera de la estación llueve y las calles parecen ríos que avanzan junto con los autos. Bajo tierra él le toma la mano y bajan las escaleras hasta el andén. Ella sólo quiere llegar a casa y meterse a la cama. Él sólo la sigue.

Me sorprendes en formas que nunca imaginé, así que por favor no me hagas daño, aun hay mucho camino por recorrer.

Ella se afirma del brazo de Zac para no caer y él acerca su nariz a la de ella. Ambas están frías.
- ¿Qué vas a querer comer?
- Lo que tú quieras, me da lo mismo
- Iba a hacer lechuga con atún
- ¿Segura que no tienes ganas de una hamburguesa con queso, lechuga, tomate, mostaza y una lata de cerveza?- Zac sonríe. Ella levanta una ceja.
- Por eso preguntaba que querías comer…

Los recuerdos que tenemos podrán ser pocos, pero de verdad me hacen feliz. Acá estamos juntos, simplemente esperando lo mejor.

Zac sostiene el paraguas afuera de la reja mientras ella busca las llaves del edificio. En la bolsa de supermercado van unas hamburguesas, pan y bebidas. Se sonríen, como si se estuvieran contando un chiste sin hablar. Él le ordena el pelo con gotitas de lluvia y ella le besa la nariz antes de volver a caminar con rumbo al ascensor.

No podemos ser lo que no somos, pero ya es demasiado tarde para salir de esto o ponernos a llorar por las dudas. Simplemente estamos aguantando lo que nos pasa y esperando lo peor.

18 de marzo de 2011

Dream on


Lulla Belle avanza por el pasillo que lleva al dormitorio con una calma poco usual en ella. Cualquiera podría decir que la modorra del domingo envolvió toda la casa, incluyendo al gato.

Las cortinas apenas se mueven con el viento que entra de los ventanales abiertos de par en par. Podría perfectamente ser el día más caluroso del verano, aun cuando faltan un par de semana para que se acabe y las hojas ya estén comenzando a caer.

Zac está sobre la cama dormitando. Ella está recostaba a su lado. Hay una radio prendida en algún rincón de la casa y la música llena las habitaciones, ralentizando el paso del tiempo.

Belle salta a la cama y se mueve hasta su dueña para morderle una oreja suavemente.

- ¿Aburrida?- como si entendiera, la gata maúlla y se sienta a su lado para comenzar a limpiarse lentamente las garras.

Zac se da vuelta y encuentra con un par de ojos pardos que lo observan. La mira y lentamente mueve su mano hasta su ombligo, para jugar con su piercing. Ella le sonríe y cierra los ojos, intentando no moverse para que no le de cosquillas.

- ¿Cómo te hubiese gustado conocernos?- las palabras salen de los labios de Zac como un susurro tímido, como si esa pregunta no se tuviera que hacer jamás.

- No podría elegir un escenario, hay miles de formas en las que me hubiese gustado conocerte- ella responde, aún sonriendo. Zac sigue mirando sus ojos y lentamente se acerca a ella, para depositar suaves besos en su cuello, provocando descargas eléctricas en cada centímetro de su piel.

- ¿Alguna favorita?

- ¿Tú tienes alguna?- él piensa y ella se acerca, respirando profundo y disfrutando de la sensación de Zac a su lado.

- Todas tienen un final como este, mientras terminemos así creo que me da lo mismo que es lo que pasó antes- ella levanta una ceja y el sonríe

- Yo me quedo con la complejidad de cómo hacemos para llegar hasta acá

- Sí, lo sé, yo me quedo con los resultados- él la abraza y ella suspira sintiendo como los brazos de Zac son capaces no sólo de envolver todo su cuerpo, sino que también su mente. Se queda quieta y en silencio, suspendida en ese momento por varios segundos, hasta que abre los ojos y se encuentra con los café brillante de Zac a escasos centímetros.

- Creo que me hubiese gustado conocerte en el colegio

- Me gustaba tu faldita del uniforme

- Pervertido

- Siempre- ambos se sonríen, Lulla Belle ya está dormida sobre un trozo de la cabecera

- Creo que mi fantasía perfecta hubiese sido tenerte como compañero de puesto, para pasar todo el día contigo y analizar la vida juntos

- Ya hacemos eso

- Sí, pero en mi sueño tipo Dawson’s Creek a los 15 años era más intenso

- Todo a esa edad es más intenso…- ella pasa los dedos por la frente de Zac y luego por su nariz, bajando hasta sus labios y luego hasta su pera, pensado en sus palabras y en todas las instancias en las que toda la vida había soñado toparse con él.

- También está esa idea loca de haber sido amigos de barrio cuando chicos y luego reencontrarnos en la universidad y enamorarnos y ser felices para siempre

- ¿Eso le ha pasado a alguien alguna vez?

- ¿Encontrarse con amigos de infancia en la universidad y enamorarse? Yo creo que sí, no es tan ilógico

- No Mao, enamorarse y ser feliz para siempre- ella lo mira concentrada en sus ojos y evitando los recuerdos que comienza a llegar a su cabeza. Él se da cuenta y le besa la nariz- Olvídalo, olvídalo… jamás lo pregunté

- No te preocupes, me pasa aún cuando no hayamos dicho nada que me lo recuerde… todas dicen que con el tiempo ya no va a doler, pero me preocupa la cantidad de tiempo que tenga que pasar- Zac suspira. Sabe que aun cuando ella nunca hable de él, siempre lo piensa. Y que en el fondo hasta es peor que se guarde toda esa pena. Pero no tiene ni la más mínima idea de que hacer al respecto, excepto estar en esa cama a su lado viendo pasar la tarde.

- Me gustaría haberte conocido en un lugar random, como la fila del supermercado o el ascensor- Zac murmura y le besa la punta de la nariz sin perder de vista sus ojos tristes- Te hubiese hablado de cualquier en tu carro de compras

- Te hubieses fijado en las Oreos- ella susurra y sonríe mientras en su cabeza la historia cobra vida, la fila, la gente, el carro, la cajera marcando lentamente los productos. Zac en su chaqueta de cuero y jeans gastados, ella con un abrigo tweed y tacones.

- Es claro que la comida nos une, te hubiese preguntado por la información nutrcional de tu nutella y si es mejor que la mantequilla de maní que llevo- él susurra también , como si alguien más en la casa pudiera escucharlos

- Lo más seguro es que me hayas dicho algún dato freak sobre algo de comer

- Y lo más obvio es que tú me respondas con otro, después me ofrezco para ayudarte con las cosas hasta tu auto y te pido el número de teléfono- Zac se queda en silencio y escucha la suave respiración a su lado. Ella le sonrié y cierra los ojos con un suspiro- ¿Vas a dormir?

- No sé, ¿quieres dormir?

- No sé… quería seguir pensando en la idea de conocernos en el supermercado ¿lo puedo escribir?- a Zac le da risa su cara de emoción y el brillo en sus ojos ante la idea de escribir una historia como esa. No entiende lo que la apasiona- nadie lo entiende- pero le gusta ser parte de eso.

- Si vas a incluir mi auto pone el volvo concept- ella siente y se acerca un poco más a Zac, dejando que él la abrace protectoramente mientras cierra los ojos y se pierde en una nueva fantasía. Zac la mira por unos minutos antes de cerrar los ojos.

A él también le gusta pensar que si en algún momento de su vida se llegan a conocer, podrían terminar así.