18 de marzo de 2011

Dream on


Lulla Belle avanza por el pasillo que lleva al dormitorio con una calma poco usual en ella. Cualquiera podría decir que la modorra del domingo envolvió toda la casa, incluyendo al gato.

Las cortinas apenas se mueven con el viento que entra de los ventanales abiertos de par en par. Podría perfectamente ser el día más caluroso del verano, aun cuando faltan un par de semana para que se acabe y las hojas ya estén comenzando a caer.

Zac está sobre la cama dormitando. Ella está recostaba a su lado. Hay una radio prendida en algún rincón de la casa y la música llena las habitaciones, ralentizando el paso del tiempo.

Belle salta a la cama y se mueve hasta su dueña para morderle una oreja suavemente.

- ¿Aburrida?- como si entendiera, la gata maúlla y se sienta a su lado para comenzar a limpiarse lentamente las garras.

Zac se da vuelta y encuentra con un par de ojos pardos que lo observan. La mira y lentamente mueve su mano hasta su ombligo, para jugar con su piercing. Ella le sonríe y cierra los ojos, intentando no moverse para que no le de cosquillas.

- ¿Cómo te hubiese gustado conocernos?- las palabras salen de los labios de Zac como un susurro tímido, como si esa pregunta no se tuviera que hacer jamás.

- No podría elegir un escenario, hay miles de formas en las que me hubiese gustado conocerte- ella responde, aún sonriendo. Zac sigue mirando sus ojos y lentamente se acerca a ella, para depositar suaves besos en su cuello, provocando descargas eléctricas en cada centímetro de su piel.

- ¿Alguna favorita?

- ¿Tú tienes alguna?- él piensa y ella se acerca, respirando profundo y disfrutando de la sensación de Zac a su lado.

- Todas tienen un final como este, mientras terminemos así creo que me da lo mismo que es lo que pasó antes- ella levanta una ceja y el sonríe

- Yo me quedo con la complejidad de cómo hacemos para llegar hasta acá

- Sí, lo sé, yo me quedo con los resultados- él la abraza y ella suspira sintiendo como los brazos de Zac son capaces no sólo de envolver todo su cuerpo, sino que también su mente. Se queda quieta y en silencio, suspendida en ese momento por varios segundos, hasta que abre los ojos y se encuentra con los café brillante de Zac a escasos centímetros.

- Creo que me hubiese gustado conocerte en el colegio

- Me gustaba tu faldita del uniforme

- Pervertido

- Siempre- ambos se sonríen, Lulla Belle ya está dormida sobre un trozo de la cabecera

- Creo que mi fantasía perfecta hubiese sido tenerte como compañero de puesto, para pasar todo el día contigo y analizar la vida juntos

- Ya hacemos eso

- Sí, pero en mi sueño tipo Dawson’s Creek a los 15 años era más intenso

- Todo a esa edad es más intenso…- ella pasa los dedos por la frente de Zac y luego por su nariz, bajando hasta sus labios y luego hasta su pera, pensado en sus palabras y en todas las instancias en las que toda la vida había soñado toparse con él.

- También está esa idea loca de haber sido amigos de barrio cuando chicos y luego reencontrarnos en la universidad y enamorarnos y ser felices para siempre

- ¿Eso le ha pasado a alguien alguna vez?

- ¿Encontrarse con amigos de infancia en la universidad y enamorarse? Yo creo que sí, no es tan ilógico

- No Mao, enamorarse y ser feliz para siempre- ella lo mira concentrada en sus ojos y evitando los recuerdos que comienza a llegar a su cabeza. Él se da cuenta y le besa la nariz- Olvídalo, olvídalo… jamás lo pregunté

- No te preocupes, me pasa aún cuando no hayamos dicho nada que me lo recuerde… todas dicen que con el tiempo ya no va a doler, pero me preocupa la cantidad de tiempo que tenga que pasar- Zac suspira. Sabe que aun cuando ella nunca hable de él, siempre lo piensa. Y que en el fondo hasta es peor que se guarde toda esa pena. Pero no tiene ni la más mínima idea de que hacer al respecto, excepto estar en esa cama a su lado viendo pasar la tarde.

- Me gustaría haberte conocido en un lugar random, como la fila del supermercado o el ascensor- Zac murmura y le besa la punta de la nariz sin perder de vista sus ojos tristes- Te hubiese hablado de cualquier en tu carro de compras

- Te hubieses fijado en las Oreos- ella susurra y sonríe mientras en su cabeza la historia cobra vida, la fila, la gente, el carro, la cajera marcando lentamente los productos. Zac en su chaqueta de cuero y jeans gastados, ella con un abrigo tweed y tacones.

- Es claro que la comida nos une, te hubiese preguntado por la información nutrcional de tu nutella y si es mejor que la mantequilla de maní que llevo- él susurra también , como si alguien más en la casa pudiera escucharlos

- Lo más seguro es que me hayas dicho algún dato freak sobre algo de comer

- Y lo más obvio es que tú me respondas con otro, después me ofrezco para ayudarte con las cosas hasta tu auto y te pido el número de teléfono- Zac se queda en silencio y escucha la suave respiración a su lado. Ella le sonrié y cierra los ojos con un suspiro- ¿Vas a dormir?

- No sé, ¿quieres dormir?

- No sé… quería seguir pensando en la idea de conocernos en el supermercado ¿lo puedo escribir?- a Zac le da risa su cara de emoción y el brillo en sus ojos ante la idea de escribir una historia como esa. No entiende lo que la apasiona- nadie lo entiende- pero le gusta ser parte de eso.

- Si vas a incluir mi auto pone el volvo concept- ella siente y se acerca un poco más a Zac, dejando que él la abrace protectoramente mientras cierra los ojos y se pierde en una nueva fantasía. Zac la mira por unos minutos antes de cerrar los ojos.

A él también le gusta pensar que si en algún momento de su vida se llegan a conocer, podrían terminar así.

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