27 de octubre de 2010

Random thoughts




¿De qué te arrepientes? Y no hablo de esa sensación temporal de error que te aprieta el estómago, pero que después de un par de días pasa.

No.

Hablo de arrepentimiento de verdad. De ese hecho completamente inolvidable que aún habiendo pasado años, sigue ahí. Esa duda constante por saber que pudo pasar si no hubieses tomado esa decisión. Y que con el tiempo se convierte en culpa. Culpa por saber muy en el fondo, aunque sea sólo por una corazonada, que de haber elegido el otro camino, las cosas serían diametralmente distintas. Tal y como te gustaría que fuesen.

Supongo que a todos nos gustaría ir por la vida seguros siempre de haber tomado la decisión correcta y sin cargar con ninguna culpa. Mi visón personal y subjetiva es que es totalmente imposible, por mucho que se intente. Todos hemos cometido pequeño gran error que determina e giro de nuestra existencia y que te de-limita ente lo que eres y lo que quieres ser.

¿Cómo podemos evitar el arrepentimiento? No sé, no aspiro a tener esa respuesta de todos modos. Sería bastante pretencioso de mi parte. A veces me asusta lo volátil que resulta ser todo y como un simple hecho, una mentira o una verdad a medias, pueden ponerte de cabezas y cagarte el resto de la existencia.

Creo que lo único que se puede hacer es intentarlo todo y nunca darse por vencido.

¿Te puedes arrepentir de intentarlo demasiado? Sí, totalmente. Pero creo que es mejor a vivir con dudas. Sin embargo, no hay como evadir de al arrepentimiento. Sólo puedes esperar darle tu mejor cara y decirle “Al menos lo intenté”.

20 de octubre de 2010

You left me speechless

“Sé que no soy un ícono de buenas decisiones. Asumo que he cometido los más grandes errores del universo y que he aprendido a vivir con consecuencias que tal vez te asusten”.

Llevo cuatro cigarros en dos horas. Eso no es sano. Releo las letras en mi pantalla y miro el cenicero. Aún no se muy bien que es lo que estoy intentando hacer

“Las cosas nunca van como uno quisiera y supongo que hay que arreglarlas un poco todos los días. El corazón ciega y al mismo tiempo está ahí para recordarte donde estás parado”.

Prendo el quinto cigarro.

“Nunca te veo en casa, pero cada mañana es más dulce porque te siento aquí”.


Soy una maquina de frases cliché. Iré por más café.

“Supongo que en esta vida hay que estar listo para perder o ganar. El tema es que he perdido tantas veces que ya no sé no por donde comenzar a contar. ¿Será así para todos?”


Muy bien, autocompasión para matizar. Que mierda, lo único que necesito es encontrar la forma de decirte que algo cambió en mi vida el día que llegaste sin que suene a canción de Chananne. Sexto cigarro. Se me va a pasar así el resto de la vida al paso que voy.

“Puede que me haya equivocado antes, pero algo bueno salió de ese error. Y si tuvo algo positivo significa que más que una enorme caída fue una forma difícil de aprender una lección. Tú piensas que estoy siendo irresponsable y me quieres salvar de otro arrepentimiento. Y yo no me quiero salvar de nada”.

¿Será que no tengo salvación? Miro las nubes afuera de mi ventana pasar y cambiar rápido.

“He intentado explicarte como me siento un millón de veces desde el pasado domingo y lo único que he logrado es que lo niegues. Si quisieras de verdad lo mejor para mi, me dejarías cuidarte y amarte. Es lo único que me ha hecho feliz desde que estamos juntos”.

Estas frente a mi aun cuando no hay nadie más en mi habitación. Espero tus respuestas mientras inarticuladamente te explico todo lo que he intentado anotar en el día. Escucho una canción que dice que no se ha ido nada, sin embargo falta algo importante. Creo que es justamente así como me siento.