31 de enero de 2011

Sobre la cama

La respiración pausada y profunda de Zac arrulla su pensamiento, mientras ella con la cabeza en su pecho y los ojos cerrados, intenta concentrarse en ese momento lo más que pueda, para evitar que se desvanezca.
Él pasa los dedos por su piel fría lentamente y luego por su pelo largo, el que le cubre los brazos y cae entre las sábanas blancas descuidadamente.
Ella lo abraza y suspira, aún enfocada sólo en la respiración de Zac, lo que parece ser el único sonido que es capaz de oír. Siente como él pasa sus brazos alrededor de su cuerpo y la mece con cuidado.
Ninguno de los dos dice nada. Él sabe que es lo que ocupa su mente y no tiene intenciones de mencionarlo, a menos de que ella lo haga. Siempre ha sido así. Ella maneja los tiempos de conversación.
La abraza con aún más fuerzas cuando se da cuenta de que las lágrimas comienzan a caer, a pesar de que no hay señales de que esté llorando. No hay sollozos, no hay ningún sonido, sólo lágrimas.
Ella cierra los ojos y suspira profundo.
- ¿Crees que el también se siente mal?- murmura y su voz apenas se escucha en la habitación
- Él debe estar peor- ella quiere creerle, pero por el momento debe concentrarse en su respiración sólo para asegurarse de que está ahí.

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