3 de agosto de 2010

El clon de mi ex




Me subí al metro atrasada, como casi todas las veces que me toca hacer una visita familiar. Se me olvidó ponerme bufanda esa mañana, asi que agradecí el calor del hacinamiento en el vagón. Miré la hora, ni muerta llegaba a la hora al almuerzo familiar del domingo, con suerte al segundo plato.

Cambié un par de canciones del ipod y cerré los ojos por unos segundos, esperando a llegar a la siguiente estación. En unos minutos llegaría mi bajada y de ahí a tomar un colectivo a casa de mis tíos. Fue cuando abrí los ojos que me di cuenta que él estaba unos metros más allá. Mirándome. El clon de mi ex en el mismo vagón de metro que yo.

A primera vista era igual y mi corazón pareció dejar de latir. La verdad sea dicha, no tengo buenos recuerdos de mi ex, por lo que cualquier cosa que se parezca a un encuentro con él me pone los pelos de punta. Después de que terminamos no quise volver a verlo y me he mantenido fiel a esa idea, por mucho que él haya insistido por teléfono, Messenger y Factbook. De hecho, fue su insistencia la que me obligó a borrarlo de cualquier medio virtual.

Y de pronto estaba ahí. Era igual a él, pero los detalles me hicieron ver lo diferente que se veía. De partida, su clon usaba zapatillas converse y eso me aclaró inmediatamente de que se trataba de otra persona. Mi ex jamás me dejó usar ese tipo de zapatillas y obviamente él no se las ponía tampoco. Lo estudie sigilosamente unos minutos más, pasando unas cuantas estaciones. El clon tenia mucho más estilo que mi ex y eso se notaba. Tenía jeans gastados, una chaqueta que combinaba y una mochila. De una de las correas colgaba una camisa leñadora. Claramente el clon era mejor que la versión original.

Él también me miraba cada cierto lapsus de tiempo. Y eso me hizo pensar, ¿será que el clon de mi ex vería en mi a algún clon también? De estar extrañamente vinculado con el que fue mi novio puede que haya tenido una novia parecida a mi. No tendría que haberme tomado la segunda taza de café, concluí riéndome de lo absurda de mi teoría.

Volví a cerrar los ojos y conté las estaciones que faltaban para llegar a mi parada. Cuando me bajé el clon no estaba, menos mal. Con las ideas que ya me había hecho, de volverlo a ver podría haber pensado que tenia alguna relación con el original y al fin y al cabo, copia o el de verdad, no tengo ningún deseo de volver a ver a ese desgraciado.

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