4 de julio de 2010

Voy a esperar por ti


Estoy en Santiago, tú en Bogota. Pero eso no cambia la forma en las que veo el mundo que tenemos juntos. Me desperté a medio día y prepare algo de comer. Me senté frente al computador, puse música que a ti no te gusta y me comí las tostadas. Sentada en la cama con el computador prendido, tomando café. Y voy a esperar por ti.

Estoy en Santiago y hace un día de sol. El domingo perfecto. Tú debes estar despertando después de haber salido a jugar poker con tus amigos. Me preparo otro café y prendo un cigarro. Si estuvieras acá no lo haría. Fumo. Fumo y espero por ti.

Estoy en Santiago, encerrada en mi casa hace dos días porque no tengo ánimo de hacer nada. Veo nuestra foto el lado de mi cama y me acuerdo de ese día en el parque. Recuerdo que lo pasamos bien, que el día estaba nublado y que conversamos de un millón y trecientos cuarenta y cinco temas diferentes dando vueltas. Ahora estoy en mi cama. Esperando por ti.

Estoy en Santiago, vienen unas amigas en un rato más a sacarme del encierro. Iremos a dar vueltas por la ciudad, a tomar más café. Volveremos al departamento y comeremos algo rico. Aun cuando haga eso, aun cuando esté llena de cosas que hacer, aun cuando escriba mis cuentos, cuando escriba proyectos para el trabajo, cuando esté hablando con mis amigos sobre irnos de paseo a la playa por el fin de semana, voy a estar esperando por ti.

1 comentario:

  1. la distancia no es buena para una relación
    no todas las parejas son lo suficiente maduras para llevar a una relacion a distancia y tarde o temprano una de las partes termina mal... con este me identifico mucho

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