21 de febrero de 2011

Twitpic


“Me quedé sola el finde” twitteo y me desocupo de mi único quehacer. Hace mucho que no tenia la casa sólo para mi y la verdad es que no se me ocurre que hacer. Podría simplemente no hacer nada. O bailar sin ropa encima del sillón, o comerme una caja completa de cereal sin leche. Podría darme un baño de tina con burbujas y sales de baño. Hay muchas opciones, pero tengo la sensación de que me voy a quedar horizontal en este sillón hasta hacerme zanahoria. O lechuga. O zapallo. O cualquier otro vegetal.
Anoche estabas tan emocionado por salir de viaje con tus hermanos por el fin de semana. Me daba risa verte hacer la maleta con dos mudas de calzoncillos y seis de poleras. Como sé cuanta ropa ensucias en un fin de semana ni siquiera te lo comenté. No preguntaste que haría los dos días sola. Prefiero pensar que es porque lo sabes y no porque no te interesa. Cualquiera sea la opción no estarás aquí para enojarte ni mirarme feo.
Cambio de canales compulsivamente y juego con el piercing en mi ombligo. Supongo que esto es divertido. La gata me mira desde la alfombra y salta sobre mi para pelear con mis dedos, como ya es usual. Dejo que me muerda un rato y veo un trozo de Sweet November en el HBO. No, no, no, mala idea, cambia de canal ahora. Si no está Zac no voy a ponerme en plan de ver nada emocional. Seamos honestos, si él no me contiene puedo irme al carajo en dos segundos. Dos días.
Actualizo Twister y mi gata salta del sillón directo a la cocina. Son las cuatro, Zac ya debe haber embarcado. Tengo una notificación que dice que subió una fotografía en twitpic, la abro y lo veo sonriendo junto a uno de sus hermanos. “Pobres azafatas” comento y sonrío mientras pongo la imagen de fondo de pantalla.
Dejo el computador a un lado y camino al baño para llenar la tina. 48 horas sin Zac. La maratón comenzó.

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