Puede que mis cuentos no sean lo más increible del universo, pero a mi me hacen feliz. Y si algo he aprendido es que hay que aferrarse a la felicidad.
23 de junio de 2010
Palabra, acto, omisión
Con-placer
Siento que soy la mejor mentirosa de esta habitación. No puedo decir de la ciudad y menos del planeta, pero entre estas cuatro paredes de seguro soy la que engaña de la mejor forma.
Soy tan buena mintiendo que hasta yo me creo.
No tengo límite en mi desfachatez, no hay una carga sobre mis hombros, no hay lugar ni momento es el que yo no sea capaz de manejar mis palabras y decirlo que no es real. No hay forma de que alguien se de cuenta.
Miento en las mañanas cuando salgo de mi habitación y bendigo al día, cuando entro a la ducha y digo que el agua está bien, cuando salgo a la calle y saludo a mis vecinos, cuando manejo y dejo pasar a los peatones, miento en el trabajo, en mi casa y en la cama.
Miento cuando escribo y cuando pienso.
Miento cuando me confieso y cuando lloro.
Miento cuando digo la verdad y cuando quiero engañar también.
Es mentira que no miento, que miento y que me retracto. Soy pecadora de palabra, acto y omisión
Sin-placer
Cuando hablo, intento decir lo que siento.
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